Unicaja Banco
INGREDIENTES:
* una persona con discapacidad física gravemente afectada de una de nuestras Residencias,
* una cuenta corriente que quiere cerrar (si hubiera sido para ingresar un billete de lotería premiado otro gallo hubiera cantado),
* una sucursal de UNICAJA ¿¿¿¿”accesible”????,
* una trabajadora de la banca que se cree por encima del bien y del mal y dueña sus clientes, aderezado con un día de agua de lluvia que te moja en la puerta de la sucursal, más un viaje en vehículo adaptado a la oficina, más un cuidador/conductor para llevarla (¿no estamos en la era digital?).
RESULTADO: Volverse a la residencia con sentimiento de impotencia, de “HUMILLACIÓN“, de “VEJACIÓN“, de falta de “HUMANIDAD“, por no poder firmar un simple documento.
Sí, así es. De momento no desvelaremos el municipio de la provincia de Cádiz donde ha ocurrido esto, ni la persona a la que le ha pasado. Solo esperamos que Unicaja Banco tome las medidas oportunas y rectifique con rapidez el trato desafortunado, vejatorio e inhumano mostrado por una de sus trabajadoras (que están al servicio de sus clientes y no al revés) hacia una de nuestras residentes de uno de nuestros centros asistenciales.